Las aplicaciones móviles, tema de interés en todos los ámbitos de la vida del hombre

Una de las principales herramientas, por lo menos en cuanto a desarrollo y a popularidad conquistada, que ha arrojado la revolución tecnológica y la proliferación en cuanto a nuevas tecnologías de la información y la comunicación se refiere tiene como protagonistas a los dispositivos móviles, especialmente aquellos que garantizan el acceso y la interacción con el servicio web sin importar el lugar en el que el usuario se encuentre. Precisamente esa relación entre la persona y el aparato, se desarrolla cada día más estrecha e intensamente gracias al surgimiento permanente de nuevas aplicaciones que funcionan con ellos y que permiten a los interesados desarrollar toda clase de actividades y canalizar sus intereses, obligaciones y necesidades, prácticamente sin límites en cuanto al acceso a instancias o a ámbitos del quehacer cotidiano de la humanidad. En todo este proceso, los actores principales son sin dudas los profesionales del desarrollo de estos elementos, formados y egresados en cursos de desarrollo de aplicaciones como los que hoy se ofrecen a distancia y, lógicamente, por la web.

Pero es tal el nivel de inserción que estos modernos elementos han alcanzado hoy en el seno mismo de las sociedades del mundo, que las aplicaciones en sí mismas han generado preocupación y trabajo de parte de organismos de todo tipo, incluyendo en esta lista a aquellos vinculados a los estados y a la seguridad, no siempre con fines positivos. En este sentido, vale marcar que en el último ejemplo de la extensión y la capacidad de espionaje de los servicios de inteligencia estadounidenses, este lunes se ha conocido que la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos y su homóloga británica, el Cuartel General de Comunicaciones del Gobierno Británico (GCHQ) se han servido desde 2007 de aplicaciones para móviles, como Angry Birds o Google Maps, en su afán por recabar información personal de sus usuarios. Así lo demuestran los últimos documentos filtrados por Edward Snowden y a los que han tenido acceso The New York Times, The Guardian y la web Pro Publica. Como puede verse, buscando un costado positivo a esta cuestión que atenta contra la libertad de las personas, es posible determinar el nivel de crecimiento que el mundo de las aplicaciones ha logrado alcanzar, atrayendo incluso a los servicios de inteligencia más importantes del mundo.

Insistimos que en este proceso mucho tienen que ver un grupo de especialistas que, merced a su trabajo cotidiano, atraviesan hoy su período de auge y de esplendor en cuanto a demanda y a popularidad se refiere. Lógicamente estamos hablando de los profesionales egresados de los cursos de desarrollo de aplicaciones que hoy por hoy se brindan a distancia y a través de la web, con opciones que garantizan la accesibilidad a todos los interesados.